En paprika le rendimos culto a la belleza.
A la que hay adentro y a la que hay fuera;
a la belleza total y absoluta.
Somos fieles creyentes de su poder curativo,
de la paz que se respira cuando se ve, se huele, se toca, se siente;
de cómo gracias a ella el mundo es un lugar mejor.
Para nosotros la belleza es un motor de cambio,
la fuerza que nos acerca a esa utopía a la que queremos llegar.
Por eso hacemos lo que hacemos:
para descubrir esa belleza;
para encontrarla en cada espacio de cada persona,
y hacerla radiar
en nosotros y en los otros,
en todos.
Porque la belleza es vida.
Paprika es un espacio para ser bello.
Bienvenido seas a nuestro espacio.